martes, 12 de junio de 2012

las consecuencias del sexo a temprana edad


En este mes vimos un derroche de amor y amistad
por la celebración del día de San Valentín. Pero pensemos qué podemos aportar como padres para que nuestros
hijos tengan un despertar al amor
apropiado y saludable.
Es claro que los tiempos han cambiado y que la adolescencia de hoy
poco o nada se parece a la juventud
que nos tocó a muchos. La mentalidad de los jóvenes de esta generación es bastante diferente y mucho
más avanzada que en años anteriores
y por lo tanto, su manera de ver la
vida y su disposición para explorar
terreros nuevos, es asombrosa y al
mismo tiempo, preocupante.
De los temas más inquietantes
que estamos viendo entre los jóvenes de hoy es la incursión en el sexo
a muy temprana edad, con consecuencias nada favorables tanto para
ellos como para sus familias.
Es preocupante que nuestra comunidad esté presentando las más
altas tasas de embarazos entre adolescentes llegando a doblar el promedio a nivel nacional entre adolescentes de todos los orígenes.
Como padres, debemos cuestionarnos qué estamos haciendo nosotros para evitar este fenómeno y qué
estamos dejando de hacer porque las
cifras siguen creciendo.
Aunque tanto en 18 estados del
país como en el Distrito de Columbia es obligatorio que las escuelas
provean educación sexual a los estudiantes, los padres somos quienes primero debemos comenzar esa
conversación. Además es nuestra
responsabilidad estar al tanto de los
pasos de nuestros hijos y guiarlos
para que tomen buenas decisiones.
Muchos no lo saben, pero cada
país tiene su propia ‘edad de consentimiento’ para tener relaciones
sexuales (age of consent, en inglés).
Esta ley establece la edad en que un
joven tiene capacidad legal para acceder a actividades sexuales. De no
cumplir con esta ley,
se puede sancionar
al que sea mayor de
edad en la relación
con un delito de
violencia, abuso o
violación así ambos
hayan actuado voluntariamente.
Aunque Estados
Unidos es un país
mucho más liberal
en cuanto al tema
del sexo, asombrosamente la edad de consentimiento
-que en promedio es de los 16 a los
18 años- es mayor que en muchos
de nuestros países que tienen promedios tan bajos como los 12 y 13
años de edad.
Internamente en  Estados Unidos esa ley también varía de estado
a estado y aunque lo ideal es que
los jóvenes no comenzaran la exploración en el sexo
desde tan temprana
edad, es importante
saber que las implicaciones legales no
son solo para los jó-
venes sino también
para sus compañeros sentimentales y
sus propios padres.
Específicamente
aquí en el área metropolitana la edad
de consentimiento
en DC y en MD es a los 16 años y en
Virginia es a los 18. Además, es ilegal que el joven tenga relaciones con
un compañero o compañera que sea
4 años mayor. Es decir, que si la edad
de consentimiento es de 16 años
y su compañero/a tiene 18 años,
no van a incurrir en problemas con
la ley pero si el compañero/a tiene
21 años, si va a tener implicaciones
legales.
El castigo por la edad de consentimiento en los Estados Unidos es
muy severo y puede llegar a ser de
varios años de prisión estatal, dependiendo también de los años de
diferencia que le lleve su compañero
o compañera.
Así que pongamos nuestro granito de arena para evitar esto. Sé que
no es fácil llevar control de las actividades de nuestros hijos adolescentes
y muchas veces nos sentimos intimidados, pero no nos abstengamos
de guiarlos apropiadamente. Probablemente en ese momento ellos no
entenderán que lo hacemos por su
bien pero con toda seguridad, más
adelante nos lo van a agradecerán

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